Todos nos sentimos tristes algunas veces. La tristeza es una emoción que activa procesos psicológicos necesarios en nuestras vidas y esta emoción se manifiesta de múltiples formas y en diferentes niveles.
El problema surge cuando la tristeza deja de ser adaptativa y se vuelve patológica. La tristeza extrema da lugar a lo que comúnmente conocemos como depresión.
Afortunadamente disponemos de la neurociencia que nos proporciona herramientas como el autocontrol emocional, la inteligencia emocional, y el desarrollo de hábitos para identificarla y enfrentarla.